Cartografía 0
En el año 2011 en el marco de la Especialidad de Teatro de Objetos, interactividad y nuevos medios de la Universidad de las Artes en Argentina, tuve la oportunidad de formar parte de un seminario coordinado por la artista y académica Marcela A. Fuentes, “Matrices performativas”, desde donde se proponía cambiar de forma radical la posición de los espectadores a partir de la acción performativa a través de mediaciones digitales.
Esta nueva relación entre objeto y sujeto posicionaba a los espectadores como interactores, donde los objetos se ubicaban como mediaciones y se desplazaban también a un entramado en la digitalidad. Este nuevo lugar generaba relaciones entre el afuera y el adentro de la digitalidad mediante la construcción de acciones performativas (es decir una dramaturgia) que dotaba de agencia a los sujetos que intervenían e interactuaban en las piezas intermediales.
Ya en el taller de Dramaturgia de Objetos con Ana Alvarado dentro de la Maestría de Dramaturgia que cursaba había encontrado estrategias donde los cuerpos se volvían objetos, los objetos actantes, y se abrían posibilidades de intercambio entre objeto y sujeto; es decir, una dramaturgia performativa donde la estructura de la obra sucedía a partir del movimiento de esos cuerpos más que de su subjetividad activada en personajes, o tramas fabulares.
La aproximación a la dramaturgia de objetos, por un lado, y a la creación intermedial y la noción de interactor, por otro, me llevó a explorar en pantallas una creación a partir de colaboraciones, metáforas y uso de celulares y otras posibilidades utilizando elementos mínimos.
Asimismo, mi tesis de maestría indagaba en la textualidad (concepto devenido del llamado giro lingüístico) desde el marco de referencia del teatro posdramático. El análisis de las textualidades que ya no se configuran como drama sino más bien como escritura narrativa, prosa, ensayo y/o poesía y que se utilizan como materiales para la puesta en escena en el teatro contemporáneo hacían aparecer su condición material, es decir, su forma como objetos utilizados dentro del entramado del espectáculo. Dichas textualidades creaban un juego a partir del desplazamiento formal de los límites del drama hacia una escritura que expandía las formas del género hacia escrituras más poéticas, rizomáticas, fragmentarias y donde se hacía notar un distanciamiento formal con respecto a la noción de representación teatral investigada y conceptualizada a profundidad por pensadores como Hans Thies Lehmann en su concepción del teatro posdramático y José A. Sánchez en su investigación sobre la dramaturgia en el campo expandido.
Dichas investigaciones e indagaciones se materializaron en mi tesis de maestría, “Territorios textuales en el teatro denominado posdramático” y en el material textual “Palabras Escurridas”, publicados por Artez España y Paso De Gato en México, entre los años 2013 y 2014.
De estas indagaciones escriturales lo que ha aparecido en términos metodológicos es la importancia de la intertextualidad formal, el hacer aparecer la estructura dramatúrgica al mismo nivel que “el contenido”, así como la citación, la fragmentación y la aparición de lo polifónico. Estos elementos son los que fundan mi metodología de creación tanto en la escritura dramatúrgica como en la creación de performances intermediales, transmediales y piezas digitales.
El vínculo entre el formalismo escritural con el uso de la intermediación escénica es orgánico, en el sentido de que al tomar en cuenta el texto verbal como material se hace fundamental la mediación, intermediación y transmediación de las narrativas escénicas.
Ya en mis comienzos como artista escénica 2009 había presentado mi primer espectáculo performativo en la Galería Studio Cerrillo en Chiapas, México, donde la búsqueda de una escena intermedial me llevó a la realización de “La rebelión de las sombras y otros cuentos”, donde exploraba la relación diegética entre texto, publicación, cuerpo narrativo, coreografía y performance. Para la presentación de este performance, también habíamos diseñado sobre la página web de la galería la presentación visual de los cuatro estadios de la performance a presentarse: una escena intermedial. En 2015, realicé junto al artista de artes vivas Francisco Arrieta, una aproximación a la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, donde mezclábamos textos de Sor Juana Inés de la Cruz, Pier Paolo Pasolini y acciones performativas en relación a la censura y la opresión que puede sentirse por las formas de representación canónicas y las formas de representación histórica de ambas figuras. De esta aproximación surgieron los textos de mi autoría Reflejos de ella (2015, Textos de la Capilla) y Sinistra (Revista Investigación y performatividad de la UV 2017).
En 2017 trabajé de igual manera con la compañía de teatro Murmurante Teatro donde presentamos, en el marco de un Festival de Performance en Mérida, la pieza “Partidas”, en la cual hacíamos una indagación sobre el suicidio a través de testimonios, escritura poética, Butes de Quignard, música y creación audiovisual en vivo.
El acercamiento más contundente a la investigación sobre dramaturgia digital se dio concretamente en mi trabajo como escritora para el Proyecto Chameleon (Mutek, British Council, 2016), del grupo inglés Marsh Mellow Leaser Feast, grupo de larga trayectoria en proyectos de arte digital para la escena y piezas de Realidad Virtual. A partir de esta experiencia y de mi inmersión en la Licenciatura de Medios Digitales en CENTRO como investigadora y docente comencé a investigar, asesorar tesis desde la mirada de la interactividad, el cuerpo en los espacios virtuales y las posibilidades narrativas y de teatralización de la realidad mixta y aumentada, así como de guiones para Realidad Virtual, videojuegos y metaversos.
A partir de este largo proceso surgió, en 2019, el proyecto www.mishumores.com con el diseño de Luis Fernando Colchado, producido en el marco del Festival Vértice de la UNAM. Desde esa fecha hasta la actualidad dicha pieza se ha presentado como espacio digital, libro físico y e-book, (Editorial 17), lectura dramatizada, intervención para twitter, y recorrido performativo en Estados Unidos, España, Colombia, Costa Rica y distintos espacios en México.
Después de esta pieza comencé a crear una dramaturgia para un espacio virtual, que en 2021 presentamos desde la inaugurada “Casa del Lago Virtual”, la pieza de ficción inmersiva (In)Quietud, que también se presentó en Enero de 2023 en la Ciudad de Lodz, Polonia en el festival de arte medial Dis(connect).
(In)Quietud contiene la ficción sonora “Trazos en la Ciudad” también de mi autoría, publicada en Soundcloud en mayo de 2022, que se descarga en la computadora y se juega. Este conjunto de injertos construyen ese artefacto (in)quietud que tiene como objetivo crear un mundo de ausencias, donde la única presencia es la del cuerpo que interactúa y por tanto transita este mundo virtual.
Ambos proyectos inmersivos (mis humores e (in)quietud) buscan generar lugares dentro de la digitalidad concibiendo a los cuerpos como cuerpos ciborg, donde a través de la escritura, la observación y la escucha se genera una experiencia extra cotidiana donde no se configuran tramas cronológicas sino rizomáticas y donde el interactor en todo momento elige qué leer, qué escuchar, cómo recorrer, y donde los fragmentos (como también lo hace el teatro posdramático) desarticula los elementos visuales de los sonoros, así como los escriturales de la trama cronológica, con el objetivo de generar una pieza que conjunta elementos más que ilustra y por tanto hace aparecer el tejido que le da consistencia.
En estas piezas los cuerpos se encuentran navegando pero sobre todo habitando estos lugares. A partir de esa posición del interactor la experiencia genera una territorialización que rompe con los mecanismos hegemónicos digitales de conexión, rapidez, velocidad y discurso dirigido para invitarle a perderse como gesto conceptual, a encontrar su propio ritmo de navegación e interacción y para que pueda construir una temporalidad propia.
Desde siempre me ha interesado la relación de la escritura con el cuerpo, y al mismo tiempo las tecnologías me han cruzado en su traslado y posibilidad de expansión del tiempo, el vínculo y los espacios, no solo como viaje sino como mecanismo de creación de nuevas identidades, migraciones y espacios fronterizos que generan una materialidad que pone en tensión algunas concepciones modernas de nuestro estar en el mundo; y es a partir de estas creaciones e investigación que comencé esta nueva conceptualización y creación, Dramaturgia maquinal, que ya ha devenido laboratorio de creación y también materialidad dramatúrgica, como el proyecto #agrietarelpanal, la primer nombrada “dramaturgia maquinal” realizada por invitación de la Universidad de Guanajuato en 2021.
A partir de la creación de dichas piezas y la investigación que aquí se performa se genera un entramado que toma en cuenta la materialidad de la misma pieza y su despliegue, la plataforma que la sitúa, los entramados textuales y la relación intertextual entre ellos. De tal manera que lo que aquí se presenta es una pieza material, una dramaturgia maquinal y una investigación que cartografía, genera manuales y propone un recorrido digital performativo artefactual.